¿ESTÁS EN UNA RELACIÓN DE MALTRATO?

 
 

“Todos mis espejos se rompieron y empecé a ver la realidad, una realidad fuerte, sucia, fea, que ya no podía aceptar en mi vida. Noooo, no me merecía nada de eso, y sólo alguien podía salvarme y ese alguien era yo misma”. Mencía a Andrea- Capítulo 8 del libro“MENCÍA”

El momento en  que nos damos cuenta de que estamos en una relación de maltrato, puede ser uno de los más dolorosos. Cuando se rompen nuestros espejos, la realidad se impone y tenemos que aceptar que la persona con quien hemos estado compartiendo nuestra vida no es quien creíamos  era. De la noche a la mañana toda nuestra existencia cambia  y nuestro propósito de vida no queda más remedio que cambiar…

Afrontar la negación en la que tanto tiempo hemos vivido y la realidad de nuestra situación, puede ser un momento de sentir mucha culpa, ver hasta donde hemos permitido llevar una relación que nos hace daño, cómo pensamos y luchamos en todas las posibilidades para salvar nuestro matrimonio o noviazgo, en vez de  pensar primero en nosotras, en nuestra dignidad, nuestra preservación e integridad física, sicológica y hasta moral. La mayoría de las veces no hay opción: ES DEJARLO O MORIR…

Es muy difícil que un hombre maltratante cambie, salvo que sea él que lo reconozca, quiera cambiar y busque ayuda, de nada servirá que lo quieras salvar, que lo quieras rescatar: NO SE PUEDE SALVAR A QUIEN NO QUIERE SALVARSE.

Algunas de las características de un hombre agresor y que pueden ayudarte a saber si estás en una relación de maltrato son las siguientes:

• Quiere controlar o cambiar tu forma de vestir, tus pensamientos y decisiones.
• Te menosprecia en público y en privado, se burla de ti.
•  Te hace creer que sabe más que tú.
•  No controla sus impulsos, hace todo de forma desproporcionada y se irrita fácilmente.
•  Te pide perdón,llora y promete cambiar después de haberse comportado mal, pero al poco tiempo vuelve a hacerlo.
•  Se gasta todo el dinero que tenéis aunque en casa sea necesario.
•  No te saca y comparte contigo.
•  Critica a tu familia  o a tus amigos y/o te aleja de ellos.
•  Te es infiel, pues quien es infiel, humilla, miente, engaña, traiciona, atenta con tu dignidad de mujer.
•  No apoya tus proyectos personales, los critica.
•  No te deja trabajar o estudiar.
•  Te golpea, te empuja,te pellizca,da galletas, te amenaza, te insulta, te grita,te hace sentir menos que eres inútil o poca cosa, te humilla, te descalifica frente a los demás o frente a tus hijos.
• Te ignora, deja de hablarte como forma de castigarte.
• Se justifica, no acepta su responsabilidad, tú siempre para él eres la culpable de todo.
•  No colabora en la casa ni con los hijos, te deja a ti toda la carga.
• Te obliga a tener sexo o usa la fuerza "jugando" en el acto sexual.
• Controla el dinero.
• Rompe o tira objetos.
• .Ha golpeado a parejas anteriores.
• Es celoso,mezcla la ira con celos, te acosa.
• Se aísla.
• Se comporta con doble cara,ante los demás muy amable, pero contigo todo lo contrario.
• Tú sientes que no puedes vivir sin él,que si lo dejas no tienes donde ir;que debes soportar por tus hijos;no puedes salir de la relación;que él se comporta así porque tiene problemas,no hay dinero,por el alcohol,etc.;tiene verguenza de decirle a tu familia.
• Te sientes que no vales nada,que no sirves para nada, que eres mala madre,no crees en ti, a sentirte culpable de la situación,vives nerviosa, ansiosa y te deprimes.

El maltrato al inicio pudiera ser sólo sicológico y/o emocional lo que muchas veces es de forma tan sutil que ni cuentas te vas dando de cómo te van anulando, cómo van minando tu autoestima ; llegado un momento puede  traspasar estas líneas y llegar a  lo físico, entonces ya  no hay vuelta atrás, es momento de buscar ayuda. Lo ideal es  no permitir que todo escale a este punto. Las señales previas están claras.

No consientas que nadie te haga sentir menos y merecedora de maltrato, ámate, ama a tus hijos si los tienes, demuéstrales que el maltrato no es normal, no es algo con lo que se debe esperar vivir en el futuro. De ti depende la felicidad de tu familia, quedarte en una relación de maltrato usando a los hijos como escudo a la larga convierte a la cura en algo peor que la enfermedad. Vivir sanamente es algo no sólo importante para ti, si no que se lo debes a tus hijos.

Edúcate, investiga, busca ayuda con amigos, familiares y las autoridades. Mientras más pase el tiempo, menos serán los recursos a tu disposición, pero recuerda, SIEMPRE hay una salida…

Lucha por ti, por tu dignidad por tus derechos, EMPODÉRATE Y ÁMATE…