LA IMAGEN DE LA MADONNA
EN MEDIO DE SU PUEBLO
EN MEDIO DE SU PUEBLO
Desde que vi
esta imagen captada por el lente del artista fotográfico, Pedro Genaro
Rodríguez, no pude evitar mencionar el impacto que causó en mí.
A lo largo de
mi vida he aprendido que nada es casualidad, y que todo lo que llega a nuestras
vidas puede traer consigo una señal o mensaje escondido. Siento un deseo
profundo de compartir con cualquiera, que quiera leer, mi percepción sobre esta
imagen, independientemente de su veracidad, y el significado que mi alma, mente
o espíritu capta de ella.
Desde mi
punto de vista, la imagen muestra dos caras de nuestro pueblo; una representada
por el hombre de la izquierda, el cual está en reverencia ante la imagen de
nuestra Señora, y la otra en su oposición, por el hombre de la derecha ajeno a
su Santidad. La mirada de la madre se posa, precisamente, sobre aquél, quien con
actitud humilde y reverente se postra ante ella, tendiéndole ésta su mano. La
misma está de espaldas, a quien, sin mostrar respeto, muestra una actitud
indiferente, aunque no deja de tener cuidado de ella, pues con su brazo sostiene el brazo de la Madonna, quizás en su deseo
subconsciente de querer poder entender este Misterio.
El traje de la Madre es de color verde y amarillo con un cinturón de
color dorado. El verde representa: seguridad, calma, paz y
equilibrio, identifica: nuestro hogar y
significa: bondad, vida nueva, vida eterna, prosperidad y esperanza.
Además, simboliza el hecho de hacer las cosas bien. El color
amarillo simboliza la gloria de Dios, y el color dorado es símbolo de la luz divina, de la purificación, la perseverancia en las pruebas
y del trono de Dios.
Detrás podemos ver la figura de quien dirige los destinos de nuestro país,
prometiendo lo que nunca se hizo; y me pregunto: ¿cómo puede hacer lo que nunca
se ha hecho ajeno a la voluntad de La Madre, quien representa la Voluntad del
Creador, y la obediencia incondicional, confiada en un Padre que es omnipotente
a los entendimientos y posibilidades humanas?
Debajo de su foto podemos ver el
número 19, símbolo de la unión entre lo terrenal y lo espiritual, la
integración entre lo universal y lo particular; representa el equilibrio, el conocimiento
y la armonía, unión de las energías creativas y constructivas. El número
uno simboliza a
Dios, que es único y el número nueve nos habla de la ascensión a un grado superior de consciencia. De
la capacidad de dar amor a los otros, de ser creativo, idealista, original y
bondadoso. El nueve es el número que gobierna la evolución de la humanidad, y
el progreso del hombre. Es como si la imagen misma quisiera
hacer un llamado de atención, a que no olvidemos que debemos unir nuestros
destinos confiando en nuestro Creador, llenándonos de Su sabiduría, elevando
nuestro nivel de consciencia y amor, buscando el bien común para lograr nuestro
progreso.
Detrás podemos ver un cielo azul despejado y claro, como muestra de
claridad, pureza, fuente de autoridad y luz. Una naturaleza verde que refleja
nuestra esperanza y sustento eterno.
Me llama la atención
que el camino hacia donde se dirigen sea, hacia La Vega, lugar donde se
apareció la Virgen de Las Mercedes, Patrona del Pueblo Dominicano, Virgen que
representa la eterna Misericordia de Dios, la cual siempre se ha mostrado
pacientemente hacia nuestro país.
En fin, creo
que toda la imagen es un llamado de esperanza, un llamado a volver nuestra mirada hacia Dios, sobre todo en estos
momentos críticos en los que vivimos, y si queremos encontrar la
salida y solución a los males que nos aquejan y transitar por el camino del
progreso, la compasión y el amor, entre todos nosotros, hermanos dominicanos.
Magnolia Valette
Imagen autorizada a usar por Pedro Genaro Rodríguez